lunes, 30 de diciembre de 2013

El dolor

A veces sucede que las palabras de otro son mucho mejores que las de uno, y ahora que ando pensando en el dolor, esa parte de la vida para la que nunca se está preparado, y que en esta sociedad edulcorada a menudo nos empeñamos en ocultar, causa entre otras de que resurja aquí y allá de manera violenta y arrasadora...

No sé si habrá manera de educar en la experiencia del dolor como parte de la vida, y en cómo enfrentarlo, puesto que sigo pensando quenada te prepara para él; cada dolor es nuevo, genuino e insutituible, de tan al mismo tiempo real y subjetivo.

Así que me atrevo a reproducir esta entrada de blog, en la que he visto reflejadas  mis inquietudes:

http://pensamientosdecaramelo.blogspot.com.es/2008/05/huir-del-dolor.html

Durante toda nuestra vida nos encontramos ante situaciones mas o menos dolorosas. Tanto las personas como los animales nos enfrentamos a ellas de dos formas: enfrentándonos o huyendo. Cual elijamos depende del análisis que hagamos previamente sobre la posibilidad de obtener un buen resultado con ambas.

Pero a veces, nosotros, los seres humanos, perdemos esa capacidad de análisis y adoptamos una actitud constante y continua de huida. Esta nos hace sentirnos incapaces de crecer y de aprender, sumiéndonos a nosotros mismos en una rueda de baja autoestima y de estrés emocional. Y de esta forma alimentamos el miedo, que a su vez alimenta nuestra huida.

La huida nos encadena.

Esta mañana me he topado con algo que me ha hecho recapacitar sobre esto. Hasta hoy no me había parado a pensar en cual era mi actitud hacia lo que me resulta doloroso en mi vida. Durante muchos años, sin darme cuenta, he estado metida en esa rueda, en ese circulo de huida del dolor. Practicamente todo en mi vida esta o ha estado gobernado por ello: mis relaciones familiares, con mi cuerpo, con mis amigos, con los conocidos, con los deconocidos, con mis estudios, con el trabajo, con la comida...

Y ese dolor nos lleva al odio, a la venganza, al desprecio... en definitiva al sufrimiento propio y ajeno.

Lo peor es que nunca desaparece solo.

Esta ahí. Y seguirá estando ahí, un tiempo, o siempre. Por mucho que intentemos taparnos los ojitos como niños chicos, ni nosotros desapareceremos, ni nuestro sufrimiento se esfumara. Solo crecerá, y crecerá, resultando cada día mas doloroso cada vez que, por un descuido o por un capricho del destino, lo encontremos.

Hoy me he dado cuenta de que tengo dos opciones. Y hoy he decidido rechazar la huida. Y no me importa el tiempo que tarde en aprender a enfrentarme al dolor. Se que puedo avanzar, se que puedo utilizarlo para crecer. Se que al enfrentarme al dolor seré capaz de encontrar una manera de ponerle fin en algunas ocasiones, y de aprender con él en otras muchas.

jueves, 10 de octubre de 2013

A vueltas con morirse (¿Cómo morir?, II)

Hace poco escribí una reflexión acerca de lo poco o nada que esta sociedad en que vivimos hace por educarnos en la muerte, y si a eso vamos, en el sufrimiento, el fracaso,...materias mucho más útiles que algunos datos que se muestran en nuestras instituciones educativas pero que, desgraciadamente, nunca están en la curricula...

Y voy y me encuentro con esta entrada de otro blog,que tiene mucho que ver con lo que he percibido del trato a los ancianos en la sanidad, y sus perversiones...

Y aquí pongo enlace que os llevará directo a esta reflexión sobre la vejez proscrita:

http://medicoacuadros.wordpress.com/2013/10/07/cuando-sea-vieja-me-morire/

viernes, 4 de octubre de 2013

El miedo no te da alas...te las rompe

“Estoy nervioso, porque no sé cómo flotar. No puedo mantenerme en el agua”.

Una frase sin más, si no fuera porque  la pronuncia un jugador de baloncesto de 28 años, que juega en la NBA, y no sabe nadar.



Los jugadores de la NBA en EEUU son como los jugadores de fútbol de primera línea aquí, en España; se les trata casi como a héroes, y es probable que algunos se sientan como semidioses...

Y particularmente, atreverse a aprender a nadar me parece un mérito, en este caso, porque no es un hombre o mujer mayor. 

Paradójicamente, en un mundo que te deja de observar a partir de los 50, porque como ya no eres joven y bello no cree que tengas nada que ofrecer, ni deseos ni aspiraciones (máxime si eres una mujer, entonces ni existes ni padeces, y de igual que tengas 50 o 70), dejar de estar en el punto de mira también te permite ser mucho más libre, si decides que sí que tiene cosas que ofrecer y experiencias nuevas que tener. Es estimulante esta perspectiva.

Sin embargo, un hombre joven y exitoso, todos los focos en él, expresando un desconocimiento, una debilidad, un miedo... es inspirador. Y ayuda a comprende que se puede. 

Se pueden tantas cosas que no empeñamos en impedirnos a nosotros mismos, diciéndonos que no...




lunes, 12 de agosto de 2013

¿Cómo morir?

Busco un maestro de la muerte, y no lo hallo.

Acudo a las fuentes habituales: bibliografía, testimonios,...y nada me ayuda a entender cómo morir.

Podría fácilmente aprender a poner una mesa elegante, en qué posición deben estar mis invitados, cómo limpiar manchas de esto y lo otro, teorías físicas sobre el funcionamiento del universo, burdas hipótesis corriendo al rebufo del mundo, la fisiología de la muerte, pero de cómo morirse,...¡del cómo, nada!.

Me pregunto cómo, si ese es nuestro destino, lo descuidamos tanto...


1999

¿Y si estoy naufragando en la galerna del sueño?
¿Y si sólo es Morfeo jugando?
¿Y si, dentro de poco, despierto,
y mi angustia se evapora en el sopor de un día de verano?

Debe ser eso, si...y si eso acontece:

¿por qué se me parte el pecho a cada paso?
¿por qué pugnan por salir las huérfanas del oscuro mar que ahora no puede mirarte?
¿por qué mi piel y mis labios se desgarran entre dolores de parto, el de la nada y el abandono?
¿por qué no puedo manchar tu recuerdo dulce e inmaculado, y hallar al menos ese consuelo?.

Provocaste en mi el deseo más puro que jamás he conocido,
tanto que parece escarcha y no llama, hermanas ardientes.

Alumbraste en mi el amor más puro, porque antes de amarte ya te amaba, y después de amarte, te amo.

Un beso (un beso).


Wendy, 1999.

¿Con quién te comparas?

Me quejo de vicio; antes me quejaba mucho más, y me voy dando cuenta de lo inútil, dañino e improductivo que es quejarse todo el tiempo. Impide ver las cosas buenas y agradecérselas a la vida.

Atasca.

Perseguir un estereotipo ajeno que, sin embargo llevamos grabado a fuego de forma inconsciente es agotador, un viaje a ninguna parte, cuando el destino del ser humano es claro...el cementerio.

Tratar de agradar, cumplir las expectativas que uno cree propias y un buen día descubre que son ajenas. Obsesionarse...


Quizá es la edad, la madurez, o que por fin esta dura mollera se ha vuelto más porosa...


jueves, 9 de mayo de 2013

De hijos y padres

Al hilo del revuelo montado por el anuncio de boda de Di Stefano y la petición de incapacitación solicitada por sus cinco vástagos, me ha invadido el desencanto.

Después, me he preguntado: ¿cuando dejamos de ser adultos para convertirnos de nuevo en niños que necesitan tutela?, ¿cuándo lo nuestro, lo que hemos conseguido nosotros, deja de serlo?, ¿con qué derecho sienten otros que lo tuyo es suyo, si no han hecho nada para ganarlo ni merecerlo?.




Inmortales

Mientras conducía, y quizá porque las tenía sobre el volante, parte de mi atención se desvió hacia mis manos.

El primer pensamiento que cruzó mi mente fue: "estas uñas necesitan una lima pero ya". Es la consecuencia de haber estudiado piano de pequeña: permanece una culpabilidad residual cada vez que las uñas crecen más de la cuenta.

Y justo después de haberme puesto las peras al cuarto...vi las manos de mi abuela. Las vi como si ambos pares de manos fueran las mismas manos, con la única salvedad de las uñas como garras, pintadas con colores llamativos, que solía lucir ella.

Lo cierto es que, en realidad, sí que son las mismas manos.





Y sentí que eso es lo más cerca que estaré nunca de la inmortalidad...

martes, 19 de marzo de 2013

La infamia

Extracto del Comunicado Federación Española de Personas Sin Hogar

En la Audiencia Provincial de Madrid se está celebrando estos días la primera sesión del juicio a cinco personas por apalear a D. Rafael S., una persona sin hogar que, como consecuencia de los golpes, sufrió un traumatismo craneoencefálico y una hemorragia que le dejó en coma y de la que a día de hoy no se ha recuperado completamente. Las lesiones le han dejado como secuela una alteración cognitiva limitante. Los hechos sucedieron el 29 de agosto de 2009 en Madrid, en el distrito de Moncloa. La fiscalía pide entre 10 y 12 años de prisión y una indemnización conjunta de 300.000 euros a favor de la víctima.
Durante el trascurso del proceso D. Angel Pellúz, abogado de dos de los procesados ha realizado una serie de declaraciones, difundidas en múltiples medios de Comunicación. En las mismas se refiere a las personas sin hogar utilizando, entre otras expresiones “…no son personas humanas”, “...son cánceres de la sociedad” “...que deberían ser extirpados”.

(Comunicado completo: http://www.raisfundacion.org/informate/noticias_y_eventos/comunicado-de-la-federaci-n-de-entidades-de-apoyo-las-personas-sin:). 




Se me atragantan las palabras...

Esto es similar, salvando las distancias, al tan cacareado "que se jodan". Simplemente, la incapacidad de ponerse en el lugar del otro, no darse cuenta de que absolutamente nadie está 100% libre de experimentar ese destino.

Para no sufrir, elegimos no ver; para sentirnos superiores (y a salvo), no vemos,...y la ceguera del alma es la peor de las cegueras...




viernes, 15 de marzo de 2013

Quién soy...

Asusta un poco percatarse del escaso conocimiento que a menudo tenemos sobre nosotros mismos. En apariencia no debiera de haber nada más importante, pero incuso en el caso de los egoístas crónicos, no es así; to necesito, yo quiere, yo merezco,...no es "yo soy".

En lugar de guardar como un tesoro nuestras fortalezas y debilidades, utilizar las primeras para vivir la vida y aprender de las segundas, y atesorar este bagaje enteramente único, nos desconocemos casi por completo.




A veces vislumbramos rasgos de carácter, trampas del pensamiento que enmascaran miedos diversos; con el tiempo aprendemos a ver nuestras mentiras, a reconocer ciertas trampas que nuestra verdad imaginada nos tiende, y que a menudo nos alejan del otro. Pero seguimos sin tener un autorretrato fiable.

Quizá una educación basada en enfatizar los errores y debilidades, y tomar los aciertos y fortalezas como el estándar, y no como algo digno de elogio, nos convierte en el resultado de nuestras acciones cuestionables. Sin embargo, somos mucho más que nuestras acciones, algo que trasciende lo que hacemos y decimos, algo indefinido con lo que nacemos y morimos, que jamás nos abandona, y que a penas conocemos.

Escojamos aquellos amigos entrañables que no nos mienten, y preguntemos qué tenemos de bueno, cuáles son nuestras fortalezas, y desde ese estado de validez consultemos a continuación qué cosas mejorarían de nosotros si pudieran. Y no olvidemos que aquello que nos dicen desde el amor tampoco es la verdad, sino interpretaciones más o menos afortunadas de la misma.

La verdad, ¿quién la discierne?...

Y no tomemos este ejercicio como un baño de  alabanzas ni como una mortificación, sino como un ejercicio de autoconocimiento.



Porque creo firmemente que cuanto más me conozca a mi misma, cuanto más consciente sea de mis bondades y deje de ser el único retrato de mis errores, cuanto más y mejor vea el cuadro completo, cuanto más ame eso que veo y más perdone lo que luce menos, más preparada estaré para amar a otros. Y para mostrar, y no imponer u ocultar.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Reminiscencias

Puentes de cristal se rompen tras de mi,
odio y atracción en ciega percepción.

Ganas de volar, cautivo en cuerpo extraño.

Síntoma de mal, angustia y don
amargo...

                                      Wendy, 1994

David Alfaro Siqueiros

jueves, 14 de febrero de 2013

Tu Nombre

A veces, las mejores palabras son las de otro...

http://www.youtube.com/watch?v=W--CpzDdzso 

Me despiertan tus besos al amanecer 
Si te vas mis mañanas se cubren de hiel 
Sólo hay algo mejor que pararme a pensar en ti 
Recorrerte desnuda de principio a fin 
No hay palabras que expliquen como el corazón 
Cuanta falta me hace tu risa, mi amor 

Sin pedirme tú nada, casi sin saber
Mas das todo en un beso sin miedo a perder 
Me olvidé del ayer en tu cuerpo 
Tu cintura es la curva de un sueño 
Donde todas las noches la luna me encontrará 

No sé como has hecho pero al final 
En mi corazón está grabado tu nombre 
tan grande 
Pasa el tiempo y voy queriéndote más 
En toda esta pasión se esconde tu nombre 
tu nombre 

Yo no intento cambiar ni una de tus ideas 
las respeto y acepto por muy locas que sean 
eres tan diferente a lo que conocí 
todo el mundo está solo y yo te tengo a ti 

en tus labios yo pierdo los días 
en tu cuerpo la razón, 
porqué 

No sé como has hecho pero al final
en mi corazón está grabado tu nombre 
tan grande...

Cubro cada muro de esta ciudad 
con graffitis que repiten tu nombre, 
tu nombre, tan grande,... 
Tan grande 

No se como has hecho pero al final 
En mi corazón está grabado tu nombre 
tan grande... 

Pasa el tiempo y voy queriéndote más, 
en toda esta pasión se esconde tu nombre, 
tu nombre...

No se como has hecho pero al final 
en mi corazón está grabado tu nombre 
tan grande...

Pasa el tiempo y voy queriéndote más.
En toda esta pasión se esconde tu nombre 
tu nombre. 


(Tu nombre, NEK)

jueves, 7 de febrero de 2013

Como el junco




Enero siempre es complicado: memorias de años pasado, compromisos laborales complicados, dependencias complicadas, salud frágil, tiempo oscuro e invernal...

Este Enero se ha complicado más, mi corazón está un poquito más vacío, hueco. Quizá ese sea un peso atávico, fruto de las oquedades en corazones ajenos que se hacen patentes en Enero. Sobradamente se ha demostado ya que la herencia no es cosa sencilla, meramente Darwiniana, sino que se retuerce y complica, y heredamos lo inaudito. Quizá ya me pesaban en el corazón las memorias antiguas, antes siquiera de conocerlas. Ya me atenazaban los miedos antiguos, antes de hacerlos mios.

Ciertamente pareciera que la vida manda, cuando ya creo que puedo gestionar la presión, un escalón más para demostrarme a mí misma que, aunque somatice con este y aquel achaque, pueso soportarlo...


Me pregunto si alguna vez en la vida este frágil diamante conseguirá convertirse en un junco...