jueves, 1 de marzo de 2012

Cuando la hipocresía no es convención social sino un ataque

Reproduzco esta noticia, que me acaba de dejar flipada:

"Agyness Deyn admitió que mintió sobre su edad. La modelo cuenta que en sus curriculum ella indicaba ¡seis años menos de su edad real! Y en sus inicios ella tuvo que decir que tenía 13 años cuando en realidad ya tenía 18.

Con lo cual Agyness ahora realmente tiene 29 años y no 24 como se pensaba anteriormente. Ella cuenta que tuvo que mentir porque inició su carrera de modelo relativamente tarde y era la edad crucial para poder conseguir los contratos de las principales marcas.

Todo este engaño podría haber pasado desapercibido si no fuera por la fama mundial que le llegó a la modelo británica. Y con la fama llegaron las acusaciones de engaño con la edad. Los antiguos compañeros de clase de Agyness (¡mira tu qué buena gente) enseguida chivaron de que la modelo no tiene 18 ni de cerca. Incluso llegaron a crear un grupo en Facebook “Agyness Deyn, tú no tienes 18 años”.

Ahora cuando la verdad salió a la luz, Agyness dice que no se arrepiente de su mentira. Porque esa mentira le ayudó llegar a lo mas alto de la industria de la moda. Porque al indicar su edad real ella hubiera podido no conseguir nunca contratos con Burberry, Armani o Vivienne Westwood. El negocio de la moda cada vez requiere a las modelos más y más jóvenes y es muy discriminatorio en cuanto a la edad. Por ejemplo, Kate Moss entró a este mundo a los 14 años. Y ahora la hija de Noel Gallagher, Anais, tiene su primer contrato con tan solo 11 años."



Es decir, que aquellos que se escandalizan cuando dos niñas posan para una catálogo de ropa infantil porque levan minifalda y eso fomenta la pedofilia (¿?¿?), a pesar de que las poses sean infantiles (en fin, es como si me dicen que por llevar la falda corta estaba invitando a que me violaran,...ups, esto no hace mucho que se decía...), permiten que a la sociedad nos venda moda, carne mediante,...a niñas de 11 años.




¿Se puede ser más hipócrita?, ¿se puede decir más claro que las mujeres a partir de los 35, salvo cuatro, ya no valemos porque no parecemos niñas sino eso mismo, mujeres?, ¡quién nos odia tanto¡, ¿nos odiamos nosotras tanto?, ¡por qué lo permitimos!.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Motivación

Uno de los mayores regalos en la vida es descubrir la vocación, y encarnarla: vivir y trabajar en aquello que realmente te gusta, lo te completa.

Ando esperando que la vida me haga ese regalo, y mientras tanto, procuro encontrar la felicidad en los pequeños detalles, y en la aceptación de tareas insulsas con una sonrisa.



P.D. He descubierto que, a muchísimos niveles, me cuesta horrores descubrir qué me gusta, qué quiero; tantos años siendo hiper-responsable e hiperexigente conmigo misma me han anulado bastante, parece. Cuando lo principal es lo correcto, las consencuencias pueden ser estas.