miércoles, 28 de julio de 2010

La senectud

Menuda jugada te hace la vida, haciendo que te desgastes progresivamente, a veces sin apenas notarlo, y sin que tampoco lo noten tus allegados, hasta que empieza a fallarte el cuerpo, como una carraca desmadejada y sin voluntad de otra cosa que no sea aferrarse a la vida, con una ciega voluntad alimentada por el miedo cerval a la muerte.

Rezo todos los dias porque te sobrevenga la muerte mientras duerme. Porque todos sufrimos, pero sobre todo, porque tú sufres más que nadie al ser consciente de tu decadencia tan repentina e incontestable. Ni siquiera la puta vida te ha concedido el favor de permanecer ajena a todo esto.

Te quiero.