miércoles, 3 de marzo de 2010

Violencia

Me siento violentada.

He sido la primera en llegar a una oficinas profanadas, revueltas, destrozadas. Al principio mi cerebro trataba de darle otra explicación, hasta que la cordura y la desazón se impuso: avisé a una jefa para que constatara lo que había pasado (ella no se percató de nada porque en el bajo, donde está el Laboratorio, no entraron), y me puse a hacer fotos de todo.

Algunos compañeros que iban llegando no entendían por qué había tenido la reacción de retratar este caos; puede que para hacerlo real y constatable, puede que por deformación profesional,..

Las fotos servirán para la denuncia en el cuartel de la benemérita, y para el seguro.

Si esta es la sensación que se experimenta cuando violentan tu lugar de trabajo, no quiero imaginarme lo que se llegará a sentir cuando violenta tu casa, el último reducto de intimidad y seguridad.

4 comentarios:

  1. Pues es una sensación muy desagradable. Quizá la misma que tú has tenido hoy, pero magnificada.

    Una pena tener que empezar así el día.

    Besos.

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  2. Lo he terminado con una reunión de 5 horas en la que hemos perpetrado las mismas discusiones que llevamos manteniendo desde hace 5 años, entre bocado y bocado de bocadillo...

    A estás alturas no sé si me quedo con el inicio o con el final del dia...creo que me quedo con la cama, cuando la "pille".

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  3. Abundo en lo afirmado por Fernando Lobato.

    Espero que el día de autos pillases bien la cama.

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  4. Yo a ella si, ella a mi,...Menos mal que el viernes me ajencié un baño con sales y todo en casa de mis padres, después del cual me hubiera dado igual tener que dormir en el suelo.

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