miércoles, 25 de noviembre de 2009

Chocolate

Me gusta mucho el chocolate. Paradójicamente, aun siendo lo que más disfruto, soy capaz de controlarme y dosificármelo, a modo de reconstituyente, así que por mor de esta feliz coincidencia, siempre hay chocolate en mi casa.

Por eso, a la hora de escoger un lubricante profiláctico u otro accesorio del sexo, siempre me decanté por ese sabor, y hasta hace poco, siempre me defraudaba, lo cual mucho no paliaba mi pereza crónica.




Sin embargo, he encontrado una loción para pintura corporal que sabe a chocolate, pero de verdad. Así que, teniendo en cuenta que el pene de mi chico siempre me ha parecido bastante estético (dentro de las limitaciones de un pene, quizá porque está circuncidado, a la par que suave y agradable al tacto), pero no me agrada mucho su olor, y nada el sabor de los flujos seminales, este ha sido un descubrimiento la mar de lujurioso.

Puedo disfrutar acariciando, besando, lamiendo y chupando a mi querido Willy sin estar pendiente de cuándo comenzará a soltar jugos de sabor dudoso, así que puedo recrearme en provocar placer, aunque me gustaría que fuera por más tiempo.

Quién sabe, quizá estrenando los músculos faciales consiga tersura en mi piel y mamadas impresionantes…el futuro es un misterio.